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Crecimos Con El Sonido De La Campana

Crecimos Con El Sonido De La Campana

Crecimos con el sonido de la campana, sabemos que cada campana en el mundo tiene su propio sonido, pero el tañer de la nuestra siempre es mas hermoso e inconfundible entre todas las demás. Un dia en el año 1991 amanecimos con la novedad que su sonido era raro, muy extraño, un sonido sordo, opaco, sin el brillo al que nos tenia acostumbrados. El pueblo se alarmo! que ocurrio? Por que suena asi?


Resulta que debido al incesante golpeteo durante décadas, el badajo que tenia estaba muy desgastado y se reemplazó por uno nuevo que resulto ser mas grande y pesado de lo necesario y al repicar con este nuevo badajo, la campana se resintió y se agrieto, sufrió una gran cuarteadura perdió la capacidad de tañer y el sonido que emitía se escuchaba bofo, una gran tristeza en el pueblo, y peor aun pues a falta de otro instrumento se seguía llamando a misa con ella, para pena de quienes la escuchábamos. Agravando el problema que no tenia una solución rápida ni sencilla, no se podía reparar, se tenia que fundir y hacerla de nuevo, copiando su molde antes de hacerla pedazos, para tener una campana nueva pero igualita a la que siempre conocimos.


Después de unos meses el Padre Filemon bajo la campana y la envió a Guadalajara para realizar el trabajo de fundición, pero gran parte del pueblo se inconformo y exigieron la regresara, tenían temor de que la cambiaran o utilizaran otros metales para hacer la nueva campana y se perdieran las cualidades que se le otorgan en cuanto al sonido pues se dice que contiene una buena cantidad de oro en su aleación. Como resultado la campana fue regresada al pueblo y el cura consiguió maestros fundidores en el estado de Queretaro y los llevo a Caracuaro a realizar el trabajo, habilitaron un taller de fundición en el sitio que conocemos como el asilo en la colonia san isidro, alli trabajaron durante meses fue un trabajo muy costoso, mientras el cura buscaba apoyos económicos y de materiales, se pidió a la gente que buscaran entre las cosas arrumbadas llaves viejas que no se utilizaban de preferencia de bronce y se logro reunir una gran cantidad a lo largo y ancho del municipio, compraron también monedas de oro y plata para fundirlas con del metal para la nueva campana.


Cuando terminaron su fabricación, se llevo al templo para subirla al campanario, con la ayuda de polipastos de cadena o “tecles” que se consiguieron en los talleres mecánicos. se requirieron varios unidos uno con otro para lograr la distancia del piso hasta el tronco donde esta sujeta. Y con estos equipos que no eran los adecuados e improvisando sobre la marcha, Se elevo lentamente. participo mucha gente en las maniobras el atrio estaba lleno de espectadores, se trabajo toda la tarde pero con los últimos rayos del sol pudimos verla en su sitio y con aplausos y algarabía festejamos lo bonito que se escucha de nuevo su sonido.

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